4.4.06

cosas que nunca seré capaz de pronunciar

Te quiero. Hoy te lo estoy diciendo en serio, hoy quiero que me creas. Mis palabras están absolutamente secas: te quiero.

Te recuerdo todo agobiado o preocupado por mí o abrazándome o cogiéndome por los pies o enfadado o simplemente haciendo el tonto... todos grandes momentos.

Quiero agradecerte el haberme convertido en tu pequeña, el haberme dado la oportunidad de conocerte, de quererte tanto en tan poco tiempo, el haber tenido un amigo y el que me empujases a sobrevivir el último año de infierno, nuestro último año de infierno, que estamos hechos unos campeones. Gracias por no perdonar, por entender, por aceptar y por haber estado siempre ahí entonces.

Y ahora te odio por faltarme. Ya no sé lo qué es estar sola, a lo mejor ya no puedo vivir así. Te odio por tener que recordarte, o lo que es lo mismo, por no poder evitar olvidarte, por no poder evitar que te conviertas en otra de esas fantasías lejanas e irreales diluidas entre fragmentos de una vida que no parece mía...pero yo soy la culpable, podría estar ahí contigo, sería la polla... tal vez entonces no fuese tu pequeña...

Espero todo te vaya como te mereces. Eres la caña.